Menestra de garbanzos negros.
Re-descubriendo la tradicion.
Ayer, mientras hacia la compra en la tienda de productos ecológicos que acostumbro, me tropecé con unos garbanzos negros, que estaban en un anaquel bajo un título muy sugestivo, legumbres re-descubiertas o legumbres recuperadas. Me llamó tanto la atención aquel letrero que de inmediato, no solo me compre un paquetito de 400 gr., sino que me puse a investigar procedencia, valor nutricional y hasta un poco de su historia. Estos son unos garbanzos que apasionan!
Pertenecientes a la familia del cicer arietinum esta leguminosa tiene un gusto mucho mas intenso que su pariente mas conocido, el garbanzo blanco. Slow Food define su sabor como "bonísimo, vagamente herbáceo, su sabor natural hace que sea posible consumirlo con un poco de aceite de oliva extra virgen y sin sal."
En términos de nutrición tienen mayor cantidad de fibras, hierro y otros minerales, que los hacen un valioso aliado para la alimentación. Su composición química es 10 % de agua, 19 % de proteínas y 17% de fibras alimentarias, son además una fuente de potasio, calcio, fósforo y magnesio, a parte de que son ricos en vitaminas B,E, C y K. Ya ves, este es un alimento que ofrece muchas garantias nutriticionales para aquellos que hacen deportes o para quienes llevan una vida agitada y com multiples compromisos.
Viéndolos así, son la panacea! Sin embargo tienen la desventaja de su largo tiempo de elaboración, imaginate que solo en remojo debes dejarlos de 18 a 48 horas!, y de cocción unas dos horas y media, como ves, no es un plato de "todos los días", pero si una delicia que de vez en cuando vale la pena saborear.
Ahora les dejo la receta de la Menestra de garbanzos negros.
Receta para 4 comensales.
Ingredientes:
200 gr de garbanzos negros
2 ramas de apio
1 ramito de romero
1 diente de ajo
Aceite de Oliva Extravirgen a gusto
Sal a gusto
Procedimiento
Lo primero es poner en remojo los garbanzos, por lo menos 18 horas, luego los cuelas y los enjuagas. Los pones en una olla, agregas agua fría hasta cubrirlos bien y los dejas cocer por espacio de 2 horas, sin salarlos.
Pasadas las 2 horas, en otra olla dispón 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen y saltea hasta dorar (sin quemar) un diente de ajo, las ramas de apio cortado en cubitos y el ramito de romero, agrega los garbanzos y pon nuevamente agua fría llevándolos a hervir por espacio de una hora y media, (ya te había comentado que era larga la espera...) Cuando falten 10 minutos para que terminar la cocción agrégale, si deseas unos 200 gramos de una pasta corta; y si no, no pasa nada, rectifica la sal, echa un chorro de un rico aceite de oliva y disfruta de un viaje gastronomico a un pasado remoto. Estas saboreando un plato de la Magna Grecia!
Buen provecho!
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