Pan hecho en casa
No hay nada como hacer pan en casa!
Cuando la levadura encuentra harina y agua, alcanza la felicidad y gozosa crece y se convierte en una masa suave, elástica, sensual, en el mas estricto rigor de la palabra, mas aun si le agregas una pizca de azúcar y de sal.
Hacer el pan te enseña el arte de la paciencia, que no es otra cosa que reconciliarte con el tiempo. Si, amistarse con ese tiempo que te agobia y que te parece que pierdes sin misericordia cada día; ese, que siempre te falta y que arruina muchos momentos agradables por que tienes que apurar, si no, no llegas. Ese que te justifica y que te condena a una vida de zozobras y estres. Hornear pan en casa es hacer renacer los elementales de tu hogar, es jugar a las escondidas con las hadas, es llenar de bendiciones los espacios intimos que compartes con tus seres mas cercanos. Hacer pan es aprender a ser feliz siempre, cada día!
Para que el pan te quede bien, debes tener en cuenta muy bien las medidas, porque las levaduras son veleidosas, las harinas celosas y las aguas, como las emociones, la lían; y si no llevas las cuentas el pan no sube o la masa torna agria...
También debes tomar en consideración los tipos de harinas; para hacer pan te conviene una harina de fuerza, es decir una con alto contenido de gluten (proteínas), pues soporta muy bien las fermentaciones, como la tipo Manitoba. La fuerza de la harina es el índice de capacidad panificable (W), en el caso de la Manitoba este índice es superior a 350 por lo que se clasifica entre las harinas especiales. En cuanto a las harinas de repostería, son harinas mas sueltas y refinadas, su índice de gluten es inferior a 250 por lo que es necesario agregar las levaduras química y no fermentos. Como ven, el mundo de la panadería es un mundo muy exacto en el que la química y la física están muy presentes. Así que, con la balanza y el termómetro en mano empecemos a preparar este sencillo pan! El pan nuestro de todos los días!
Listo para crecer... |
350 g de agua
1/2 cucharadita de azúcar
2 cucharaditas de sal
15 g de levadura de panaderia
600 g de harina manitoba*
2 cucharadas de aceite de oliva
Preparación
Calienta el agua hasta alcanzar los 37° C, mezcla azúcar y sal, una vez disueltos dispón el liquido en la fuente donde prepararas la masa, agrega la levadura, mezclala bien, agrega harina y las cucharadas de aceite, amasa enérgicamente todo por espacio de 10 minutos o hasta que todos los ingredientes estén perfectamente mezclados y la masa este lisa y elástica. Cúbrela con papel film y un paño limpio de cocina y ponla en un lugar cálido al reparo de corrientes de aire. Déjala reposar una hora y media, hasta que veas que la masa ha doblado su tamaño. En una superficie enharinada vuelve a trabajar la masa por unos 5 minutos, luego prepara tu hogaza dándole forma con las manos. Dejas crecer tu hogaza una hora. Precalienta el horno a 200°C y hornea tu pan durante 40/45 minutos.
Si tienes una Thermomix TM31 las cosas se simplifican: pon el agua el bocal, agrega sal y azúcar y calientala 37° C velocidad 2 durante 2 minutos. Una vez terminado, añade la levadura, programa 6 segundos velocidad 6, finalizada la mezcla, agrega harina y aceite y programa 3 minutos velocidad espiga. Cuando termine, dejas reposar la masa en el mismo bocal, durante una hora y media. Pasado el tiempo, programa nueva vez tu Thermomix dos minutos, velocidad espiga, y listo! Extiende la masa en una superficie enharinada y la enrollas de fuera hacia dentro hasta formar una hogaza. Dispónla en una bandeja de horno y dejala crecer por espacio de una hora. Para el horneado, sigue el procedimiento señalado anteriormente.
Buena suerte y mejor pan!
Buena suerte y mejor pan!
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