Un aperitivo en Trieste

Spritz en la Piazza del Teatro

Rencontrando una parte de mi historia

Tomar el aperitivo en una plaza es una de las costumbres mas maravillosas que he adoptado desde que vivo en Italia, país de origen de mis ancestros. Cada ciudad tiene su encanto particular, y Trieste no se escapa!  La antigua capital del Imperio Austro húngaro guarda el señorío de otros tiempos y la calidez de la gente que vive a orillas del mar.  Su historia es tan larga como nos la cuenta el antiguo teatro romano  y mas aun... Es una ciudad de vientos y mareas, de café rico, de música y marineros... de poesía y de nostalgias, de ciencias y de muchas historias encerradas en los almacenes del viejo puerto  a las que el actor, Simone Cristicchi, le presta su voz, en la obra Magazzino 18,  para que no olvidemos los antiguos dolores que forjaron nuestro hoy. 

 Tomar un spritz en Trieste es dejarse apasionar por sus mil emociones... Es volverse niño y atravesar corriendo la Piazza della Unità d'Italia, por cierto una de las mas bellas plazas que he visto;  caminar a paso lento como un venerable anciano  por las callejuelas de la ciudad repitiendo algún verso de Umberto Saba, buscando alguna otra rima posible de flor y amor; manosear libros en antiguas librerias, dejarse mecer por el vaivén del mar o tener la valentía de imponerse a la Bora, ese viento del norte que arrasa todo e inquieta el alma cargada de recuerdos inconfesables.  Trieste, melancólica y misteriosa, se deja querer con un spritz en mano, como preámbulo de sus múltiples sorpresas!

Y si el entorno es bueno y la compañía mérita, la experiencia debe ser la mejor!  No hay mejor acompañamiento para una buena conversación que disfrutar de un Spritz; así que manos a la obra, aquí viene mi propuesta para prepararlo, que no es mia, me la dió un barman en una de las plazas de Padua.  

Pon 4 o 5 bloquecitos de hielo en una copa de vino, sirve el Prosecco DOC y el Aperol a partes iguales, agrega un poco de agua con gas y decora con media rodaja  de naranja.  Ya está!

La proporción de la mezcla es de aproximadamente 1/3 parte de cada uno de los ingredientes, una fórmula que funciona siempre!

Y ahora, con un  Aperol Spritz en mano, les cuento un poco de su historia que se remonta a los tiempos de la Gran Guerra (así se le conoce por estas latitudes a la I Guerra Mundial).  Los soldados austriacos, acostumbrados a beber cerveza con una baja graduación alcohólica, encontraban los vinos de la región de las Tres Venecias (Trentina, Euganea y Giulia) muy fuertes, por lo que  le agregaban agua con gas para alargarlos.  La palabra alemana para describir esta acción es "spritzen" (rociar con agua) "spruzzare" en italiano.  Esta práctica se hizo costumbre y ha llegado hasta nuestros dias, de hecho  en muchos bares de Trieste y de Udine se sigue sirviendo  el "Spritz Blanco"(vino blanco y agua con gas).  

Ahora bien, de donde viene el Aperol Spritz?  La historia cuenta que en 1912,  los hermanos Barberini de Padua, reciben como parte de la herencia paterna una fabrica de bebidas con bastantes problemas, sobre todo causados por la difícil época histórica que transitaban.  Me hace ilusión pensar que los hermanos echaron mano de la creatividad (permítanme la licencia ) y en 1919 , ya en la post guerra, lanzaron al mercado una bebida alcohólica, con virtudes digestivas, elaborada con una formula secreta que incluía una variedad de plantas medicinales y frutas entre las que  se distinguían la naranja amarga, el ruibarbo, la genciana y la chinchona, entre otras,  y que aun hoy  continua siendo una formula magistral celosamente guardada.  A esta bebida la llamaron Aperol (palabra que te recuerda "aperitivo") le agregaron el spritz blanco puesto en moda durante la guerra y la mezcla funcionó.  Primero se hizo popular en todo el Veneto y poco a poco en toda Italia, cuando en los años 50 y 60 se promocionó en el popular programa de la Rai "Carosello".  Finalmente esta emblemática fabrica padovana fue adquirida por la Campari y el resto de la historia la conocemos: el Spritz se internacionalizó y hasta agregó diversas tonalidades a su paleta de colores y sabores!  Ahora cuando pides un spritz, te preguntan: Aperol, Campari o Cynar?

A vuestra Salud! Cin cin !! (Chin chin!)